No hay dulce más típico en estas fechas que el Roscón de Reyes. A priori puede parecer una receta complicada, pero no lo es tanto. Seis una receta laboriosa por los dos levados que lleva, pero el resultado es tan gratificante que os va a encantar.
Primeramente hacemos una masa madre que dejamos que crezca en agua y añadimos a la base de nuestra receta. Lleva mantequilla, harina, leche, agua de azahar, azúcar y ralladura de cítricos... delicioso. Esta masa se deja fermentar hasta que crezca y luego se amasa otra vez para darle forma ;) Esta es la parte más complicada ya que es una masa bastante pegajosa, pero si iniciamos el amasado con unas espátulas se hará mucho más fácil!!
Después daremos forma de roscón y dejaremos volver a levar una hora al menos o hasta que crezca bastante. Ya vamos viendo que nuestro roscón toma forma. Una vez haya crecido vamos a pintar con huevo y decorar, aquí cada uno a su estilo, a mi me gusta hacerlo con azúcar humedecido en agua de azahar y con almendras laminadas y crocanti para darle un toque perfecto. Ya está listo para hornear. El roscón es delicioso, jugoso, blandito y con un saborcito a agua de azahar buenísimo.
Si te gusta, cuando esté frío puedes abrirlo por la mitad y rellenarlo con nata montada. Podemos montarla en Thermomix® y quedará excelente. Eñ resultado esta buenísimo, un roscón de Reyes casero delicioso.
Para que la nata del relleno quede perfecta al montar, podemos añadir una cucharada de queso crema. Montará mejor y tendrá mas consistencia.