No creo que exista una más fácil de elaborar que la masa de crepes. Y no solo eso si no que una vez elaborado el crepe, podemos rellenarlo casi con cualquier cosa que se te ocurra, tanto dulce como salado. Aún así lo más común es rellenar los crepes de crema pastelera, crema chantilly o nata y en su versión salada, lo más habitual es rellenarlos de jamón y queso.
En casa es un plato muy valorado y es habitual que los fines de semana desayunemos o merendemos crepes tanto dulces como salados y es que como os decía, es una masa que se prepara en poquísimo tiempo, con ingredientes que habitualmente tenemos en la despensa y que suele gustar a todo el mundo.
Ahora además que se acercan las vacaciones de Navidad para los niños y pasamos más tiempo todos en casa, me parece una opción perfecta para introducir en el menú semanal de estos días ya que como os digo los podéis rellenar de lo que más os guste.
Puedes cambiar el jamón por pavo o por otro fiambre que se te ocurra. Igualmente puedes cubrirlos con queso rallado tipo Gruyere e introducirlos en el horno unos minutos hasta que se doren.