Desde que probé a hacer por primera vez pan de molde en casa os aseguro que nunca más lo he vuelto a comprar. Siempre me programo un día a la semana o cada diez días para preparar pan y algo de repostería casera que después congelo envolviéndolo en film transparente y que voy descongelando según vamos necesitando en casa. Os aseguro que merece la pena probar este pan de molde casero, estoy segura de que os ocurrirá como a mí y después os costará mucho comprar cualquier pan de molde industrial.
El tamaño de las rebanadas las vas cortando además a tu gusto dependiendo de si es para tostar y comerlo con mantequilla y mermelada en cuyo caso me gustan las rebanadas más gorditas o bien si es para preparar un sandwich que entonces corto las rebanadas mucho más finas.
Puedes pintar la superficie del pan con huevo batido en lugar de leche si quieres conseguir un tono dorado más intenso.